MILESCRIBE

La crisis emocional, no es más que un estado de ánimo, manifestado en el rostro de los melancólicos que no pueden evitar reflejar sus desventuras, basados en las tristezas que dejan aquellos que quieren y de los esperaban tanto que llenaran su vida de alegría.  

De las batallas más acuciosas y poco productivas son las luchas por un vehemente deseo de encontrar el denominado amor, aquel que tiene más significados que los fallidos intentos de cerebro por conquistar el mundo junto a Pinki, básicamente encontrar el amor, está en la perdida de interés por buscarlo, es allí cuando aparece y supuestamente la vida cambia. Según los cursis y emotivos, creen que se llena tu vida de alegría, todo comienza con las contrariedades de una vida normal, por mencionar varios ejemplos; empiezas a ver el vaso medio lleno, una sonrisa y una llamada llenan de alegría un mal día, paradójicamente significa apego y es cuando más distancia hay entre tú y los otros, pero simplemente es sentir sin medir.

Lo mejor de Diciembre, es compartir con la familia, amigos y vecinos, cada paso que damos en la vida está marcado por la gente que tenemos alrededor, no necesariamente tenemos que ser iguales a ellos, pero de quien te rodeas y con quien compartes, deja ver quién eres, como te has formado y que valores tienes.

No se puede pretender cambiar a las personas, pero tampoco somos capaces de entenderlas, cuando esto pasa es mejor alejarte y decir adiós que luchar contra imposibles, porque hay defectos con los podemos vivir y existen otros que no puedes digerir.   

Inmensa tristeza que empaña mis iluminados y negros ojos, que hoy sollozos miran el blanco papel que deja una utopía, hoy el puño erguido y entusiasta que batallaba las puertas de mi porvenir se ve abierto y manchado por no tener con que ir a la guerra, el resplandor de mi alma habla de una estrepita derrota que no quiero asumir.

Cada vez que pensamos en lo que alcanzamos con nuestro trabajo y nuestras profesiones, buscamos llegar más y más lejos, pero olvidamos ayudar a otros, compartir con nuestras familias, disfrutar de las cosas pequeñas de la vida, como salir a caminar y hablar de cómo nos sentimos con nuestros verdaderos amigos,  hablar locuras desatinadas para reír y hacer reír a quien no cree estar muy animado, en estos días disfruta más lo intangible de la vida y no lo material que el consumo nos ha hecho pensar.